Los fertilizantes provenientes del extranjero son costosos y contaminantes de los suelos y el agua, perjudiciales para la salud humana y de la naturaleza. Al adquirir agroquímicos en el extranjero aumentamos la huella de carbono ya que el transporte de estos consume mucho combustible, incrementando los costos, siendo cada vez más difícil al productor panameño acceder a estos productos para abonar cultivos como el plátano.
Producir plátanos Musa paradisiaca a nivel local, con carbón activado como suplemento fertilizante y Biol (abono orgánico líquido), utilizando bolsas biodegradables, a base de repelentes naturales que evitan el uso de agroquímicos perjudiciales. El manejo integral es desde el suelo hasta el producto final. Brindando una herramienta de producción agropecuaria bajo los principios de agricultura regenerativa al realizar prácticas culturales para el control de la sigatoka, evitando aplicar fungicidas que afecte el equilibrio ecológico, se elimina la utilización de moto aspersores que consumen combustibles fósiles con beneficio económico, ambiental y social a las comunidades locales y por consiguiente, a la industria del plátano en general.
Brindar al productor y consumidor panameño una alternativa orgánica para un alimento tan representativo como lo es el plátano Musa paradisiaca, bajo una metodología amigable con el medio ambiente. Una alternativa real para proyectos de compensación de huella de carbono de las distintas empresas a nivel nacional, adaptada al sector agropecuario.