La emisión de gases de efecto invernadero que se generan en todas las actividades humanas realizadas, contribuyen al debilitamiento de la capa de ozono, el calentamiento global y el cambio climático.
La medición y análisis de la huella de carbono, realizada a tiempo, permite detectar posibilidades de mejora de la eficiencia energética, de los procesos productivos o del diseño de productos que suponen ahorros económicos y la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.
Sensibilizar a las empresas, instituciones y entidades que, al medir, reducir y compensar su huella de carbono, puedan alcanzar sus metas de reducción de emisiones del 2030.