Según la FAO, la ganadería es responsable de parte del deterioro del medio ambiente. Muchos de los insumos utilizados, al igual que fertilizantes y plaguicidas son contaminantes. La actividad ganadera contribuye al cambio de uso de la tierra, genera 14% de los gases de efecto invernadero globales, debido a la alimentación, manejo, transporte y procesamiento.
Cambiar el modelo de producción de carne bovina es una alternativa real, bajo los principios de ganadería regenerativa, de manera más sostenible.
Se debe tener en cuenta especies locales adaptadas al clima, a las condiciones del terreno, fértil, manso, bajo manejo, poco o nulo uso de agroquímicos. Estas características las reúne el ganado criollo Guabalá y Guaymí, los cuales ya llevan 500 años en Panamá al ser las primeras especies de ganado vacuno traídas en embarcaciones desde Europa, estas especies insignias deben preservarse y aprovechar su genética.
Presentar al mercado cortes de carne carbono neutro, empleando la trazabilidad desde la finca, cumpliendo con los requerimientos de los consumidores que desean adquirir productos sostenibles, representado una alternativa real para proyectos de compensación de huella de carbono de las distintas empresas a nivel nacional.
Preservar las especies de ganado criollo.